martes, 25 de diciembre de 2007

Emblema del séptimo arte

Se crió en un ambiente de artistas. Su madre fue una actriz de teatro y su padre, un cantante del music hall y actor del género vodevil. Charles Chaplin comenzó a trabajar en la actuación desde muy temprana edad y llegó a ser el cómico más influyente en la historia del cine mudo y sonoro. No sólo actúo, también dirigió y escribió guiones.


En 1914 actuó en Carreras Sofocantes y apareció por primera vez el personaje de Charlot que le dio fama universal. Allí representaba a un vagabundo vestido con una chaqueta, pantalones y zapatos más grandes de su talla, un sombrero bombín, un bastón y un característico bigote. Su gracioso caminar y un desencanto frente a la injusticia de la sociedad, lo convertieron en emblema de las clases sociales marginales. Este papel lo fue perfilando cada vez más y lo realizó en más de 60 películas.

Entre sus películas más conocidas se encuentran El Chico (1921), La Químera de Oro (1925) y Tiempos Modernos (1936). En 1940 filma El Gran Dictador, película que cambia su forma de trabajo al incorporar el sonido. La trama principal de sus films eran los conflictos sociales de la época y los abordaba con dramatismo y sátira.


Su pensamiento político de izquierda hizo que durante finales de los años cuarenta, el Comité de Actividades Antiamericanas lo persiguiera hasta obligarlo a dejar Estados Unidos en 1952 para ubicarse en Suiza. En ese país muere el 25 de diciembre de 1977, justo en navidad.

domingo, 23 de diciembre de 2007

Fiesta bordolina

Empezaba a refrescar. Un público joven que rondaba desde los 16 hasta 30 años esperaba ayer en la avenida Avellaneda que llegara el momento para ver a El bordo que presentaría finalmente, luego de que se suspendiera una fecha y que no tocaran desde hace varios meses, su nuevo disco Yacanto. Mientras tanto, en la cancha auxiliar de Ferro tocaban las bandas Perro Ciego, El Mendigo, Hereford y La Covacha.

La banda de rock de Villa Crespo, liderada por Ale Kurz, subió al escenario a las 20.45 y largó con El regreso, el corte de difusión de Yacanto. Luego tocaron más temas de este disco y también recorrieron sus tres anteriores trabajos dónde no faltaron las canciones más conocidas cómo En la vereda de enfrente y Silbando una ilusión.

El clima era de fiesta y el frío, poco casual para esta época del año, ya no importaba. La gente bailaba, cantaba y saltaba entre lluvias de papelitos y globos. Un Papá Noel que estaba en el escenario repartió regalos, principalmente remeras, entre el público. Cómo cierre tocaron El silencio del caos infernal, otro tema incluido en Yacanto.

sábado, 22 de diciembre de 2007

Una vida con el pie en el acelerador

Lleno de adrenalina, rebelde y carismático. Así era Luca Prodan, el cantante de Sumo . Tan sólo cinco años en la escena del rock nacional alcanzaron para que su figura quedara perpetuada en el tiempo.

Nació en Roma bajo una familia de clase social acomodada que lo educó en los mejores colegios de Europa y sus padres querían que estudiara una carrera tradicional. Pero él se fugó en 1981 y decidió irse muy lejos. Por ese entonces, ya era un adicto a la heroína y había sufrido el suicidio de su hermana. Cómo destino eligió las sierras de Córdoba y allí conoció a Germán Daffunchio, quién sería el primer eslabón que daría en 1982 origen a Sumo.

En 1985, Sumo editó su primer disco Divididos por la felicidad, dónde están La rubia tarada, Noche de paz y Kaya. Luego apareció Llegando los monos en 1986 con Viejos vinagres y Que me pisen y en 1987 After Chabón con Mañana en el Abasto y Lo quiero ya.

Luca, que traía consigo mismo la actitud punk y el reggae, aportó a la banda una forma innovadora y transgresora de música. Dió su último recital el 20 de diciembre de 1987 en el estadio del club Los Andes. La mañana del 22 fue encontrado muerto en la cama de su pensión de San Telmo. Había logrado luchar contra la heroína pero no sucedió lo mismo con la ginebra.

A 20 años de su muerte, se encuentra en el Cementerio de Avellaneda y su inquieto espíritu en miles de jóvenes que reinvidican su imagen y la llevan estampadas en remeras, mochilas y demás cosas.

lunes, 17 de diciembre de 2007

El sentido del ser

Sin dudas, la gran obra del sueco Ingmar Bergman. El séptimo sello permite explorar una vez más los problemas del ser humano, característica esencial del cine de este director. En este caso se utiliza como eje central un dilema filosófico y teólogico: el existencialismo.

El escenario está situado en la época oscura de la edad media, dónde reinaban el miedo y las supersticiones. Un caballero que regresa junto a su escudero a su tierra natal, después de combatir en las cruzadas, se encuentra con una Suecia acechada por la peste. La figura de la muerte aparece en escena y el caballero decidirá retarla a una partida de ajedrez con el objetivo de alargar el tiempo de vida y encontrar un sentido a su existencia. Preguntas tales como ¿Para qué vivimos? y ¿Adónde vamos cuándo morimos? invitan a reflexionar sobre incertidumbres que a todos se les presentó en algún momento de la vida .

El uso de los colores negro y blanco funcionan como alegoría entre el bien y el mal. A ello se le suma por momentos música de suspenso, bien del estilo de las viejas películas. Algo para destacar es que la figura de la muerte se presenta como persona, pero no es el caso de Dios que sólo es mencionado.

El título del film hace referencia a la apertura del séptimo sello del libro que se nombra en el Apocalipsis de San Juan, en dónde siete ángeles comienzan a tocar sus trompetas y producen desgracias sobre la Tierra.


El séptimo sello

Suecia -1957

Drama

96'

Dirección: Ingmar Bergman

Guión: Igmar Bergman

Actores: Max von Sydow/ Gunnar Björnstrand/ Nils Poppe/ Bibi Andersson/Bengt Ekerot, Gunnel Lindblom/Maud Hansson/Ake Fridell

Producción: Allan Ekelund

Música: Erik Nordgren

Fotografía: Gunnar Fischer (B&W)

martes, 11 de diciembre de 2007

Una de guerra con acento francés

Sin necesidad de efectos especiales que denoten grandes explosiones ni ríos de sangre, La traición se diferencia al resto de las demás películas bélicas que comúnmente se ven. El film, inédito en Francia, es destacado por la revista de crítica cinematográfica Cahiers du Cinéma.

La traición se remite a la década del 60. Por ese entonces, Argelia se encontraba en guerra desde hacía seis años y faltaban dos más para que el país, dominado por Francia, obtuviera su independencia. El director Philippe Faucon sintió el deseo de realizar un film sobre la guerra en Argelia por su independencia, ya que tal tema está ligado a su historia familiar. Nació durante la guerra en la ciudad de Oujda en Marruecos, cerca de la frontera con Argelia. Para ello realizó una adaptación de la novela autobiográfica homónima de Claude Sales, aspirante a subteniente francés en 1958, publicada en 1989.

El subteniente Roque está al mando de una treintena de conscriptos. Entre ellos hay cuatro que son musulmanes que son partidarios del Frente de Liberación Nacional y defensores de la independencia de Argelia. Pese a eso, Roque deposita en ellos su confianza y decide seguir adelante con la misión francesa. Poco a poco, la traición se desencadena.

Hay momentos de tensión protagonizados por los musulmanes que actúan como intermediarios entre los franceses y los argelinos, ya que sólo ellos dentro del ejército hablan árabe. Es justamente en eso dónde se presenta un gran dilema: servir al ejército francés o jugar a dos puntas.

La traición

Francia/ Bélgica - 2005

Drama

80’

Dirección: Philippe Faucon

Guión: Philippe Faucon

Actores: Vincent Martinez/ Cyril Troley/ Ahmed Berrhama

lunes, 10 de diciembre de 2007

En su espíritu vibraba música

Falta poco para el estreno de la Novena Sinfonía de Ludwig Van Beethoven (Ed Harris) y su editor musical necesita a un copista para finalizar el trabajo. Anna Holtz, una joven aspirante a compositora, se ofrece ya que la considera una excelente oportunidad. Desde aquel momento, Holtz (Diane Kruger), un personaje basado en personas del entorno del compositor, tejerá una estrecha y cálida relación con Beethoven. Descubrirá la solitaria vida de un amante de la música aquejado cada vez más por su sordera que vive en un departamento sucio y desprolijo.

En la Pasión de Beethoven se seleccionó una grabación de la Novena Sinfonía que dura diez minutos y acompaña las imágenes de Ed Harris dirigiendo la orquesta y Diane Kruger guiándolo desde un lugar no visible al público. En esas secuencias se visualiza la habilidad de los actores y el cuidadoso manejo de la cámara que establece un armonioso diálogo entre el compositor, su discípula, los instrumentos y el coro.

La reconstrucción de cada escena del film es fiel a su época, desde las vestimentas hasta algunos intrumentos y las partituras garabateadas. Los primeros planos de los dos protagonistas son abundantes y generan una atmósfera conmovedora. Un dato curioso es que en la película sólo se habla inglés en vez de aléman. De todas formas, no sólo se goza de buena música sino también de la fotografía y las performance artísticas de Harris y Kruger.



La pasión de Beethoven

Estados Unidos/ Alemania/ Hungría – 2006

Drama

104’

Dirección: Agnieszka Holland

Guión: Christopher Wilkinson/ Stephen Rivele

Actores: Ed Harris/ Diane Kruger/ Nicholas Jones/ Matthew Goode/ Ralph Riach/ Joe Anderson

Dirección de fotografía: Ashley Rowe

Montaje: Alex Mackie

Música: Maggie Rodford

domingo, 9 de diciembre de 2007

Ruidos que alteran

El protagonista de la novela El silenciero, de Antonio Di Benedetto, desarrolla una obsesión por eliminar todo ruido que lo persiga. El ruido es un "instrumento de no dejar ser".

Todo es calmo al principio hasta que la voz del narrador resulta sofocante para el lector. Un hombre de la ciudad vive acorralado al ruido del exterior: "Mártir de la pretensión de vivir mi vida y no la vida ajena, la vida impuesta". Así se traslada de casa en casa o incendia un salón de baile para encontrar un lugar invulnerable al sonido.

El silenciero apareció por primera vez en 1964 y obtuvo ese mismo año el premio de la Subsecretaría de Cultura de La Nación.